El Impactante y Controversial Desmontaje de la Momia de Tutankamón: Secretos Revelados que Desafían la Historia

December 12, 2024

El rey Tutankamón, una de las figuras más emblemáticas del antiguo Egipto, no solo es recordado por su misteriosa vida y reinado, sino también por las extraordinarias y controversiales medidas tomadas para preservar su momia. Descubierta en 1922 por el arqueólogo Howard Carter, la momia del joven faraón presentó grandes desafíos debido a los materiales y rituales utilizados en su embalsamamiento, lo que derivó en decisiones extremas que marcaron la historia de la arqueología.

Durante el proceso funerario, los antiguos egipcios aplicaron generosas cantidades de resinas y ungüentos aromáticos sobre el cuerpo del faraón. Sin embargo, estas sustancias, sometidas al calor extremo del clima del Valle de los Reyes, penetraron profundamente en los envoltorios de lino, adheriendo el cuerpo al ataúd de manera irreversible. Al intentar separar la momia, los arqueólogos se encontraron con un dilema: la preservación del cuerpo requería un enfoque invasivo.

Para liberar a la momia, se tomó la decisión de desarticular el cuerpo cuidadosamente. El torso fue cortado por la mitad a la altura de las caderas para extraer la pelvis y las piernas del ataúd. Los brazos, incluidos hombros, codos y muñecas, fueron separados con el fin de desenrollar los vendajes y retirar los valiosos brazaletes de oro que portaba.

Cada una de estas partes fue estabilizada con cera de parafina caliente, un método inusual pero necesario en ese momento para evitar el deterioro. Las manos y los pies, después de ser retirados, se volvieron a unir utilizando resina, en un intento por reconstruir la integridad del cuerpo del faraón.

Uno de los momentos más impactantes del proceso fue la separación de la máscara mortuoria de oro del rostro del rey. Debido a la adherencia causada por las resinas, se emplearon cuchillos calientes para cortar la cabeza y el cuello. Para examinar el estado de los dientes, el anatomista Douglas Derry realizó una incisión alrededor de la mandíbula y la garganta, causando daños que luego fueron reparados con resina.

Aunque este procedimiento puede parecer drástico desde una perspectiva moderna, permitió a los expertos obtener información valiosa sobre Tutankamón. La minuciosa desarticulación proporcionó vistas claras de los huesos, lo que ayudó a estimar con mayor precisión su edad al momento de su muerte, entre 18 y 19 años.

El tratamiento de la momia del rey Tutankamón ha sido objeto de debate durante décadas. Si bien el proceso permitió descubrir detalles anatómicos y resolver algunos misterios sobre su vida, también se considera una intervención invasiva que hoy no sería aceptada en la arqueología moderna.

El legado del faraón sigue siendo un recordatorio de los avances y errores de la ciencia, y su historia continúa fascinando al mundo, no solo por su vida y reinado, sino también por el complejo y polémico viaje de su momia en el tiempo.