Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Kane Khanh | Arqueología
May 25, 2024

Nuestro mundo está lleno de historias y en ocasiones resulta complejo representar lo que realmente sucedió hace años. Pero esto, obviamente, sin contar con el impulso de la tecnología que permitió a los científicos recrear con todo detalle el rostro de un hombre que murió en 1361 durante la batalla de Visby en Suecia, una de las […]

Nuestro mundo está lleno de historias y en ocasiones resulta complejo representar lo que realmente sucedió hace años. Pero esto, obviamente, sin contar con el impulso de la tecnología que permitió a los científicos recrear con todo detalle el rostro de un hombre que murió en 1361 durante la batalla de Visby en Suecia, una de las más salvajes de Europa.

Este enfrentamiento costó la vida a más de 2.500 hombres, la mayoría campesinos o personas mayores que no estaban preparadas para afrontar semejante lucha. Luego, los investigadores descubrieron una fosa común que contenía numerosos huesos y esqueletos de las víctimas en la isla sueca de Gotland.

Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Créditos: Cicerón Moraes

Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Créditos: Cicerón Moraes

En particular, encontraron el cráneo de un guerrero medieval con el que lograron reconstruir digitalmente su rostro partido por un hacha con la ayuda del diseñador 3D brasileño Cicero Moraes. Le habían cortado la boca en dos y le habían roto los dientes, mientras que también tenía heridas encima del ojo y el pómulo izquierdo.

Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Créditos: Cicerón Moraes

Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Créditos: Cicerón Moraes

Después de estudiar cuidadosamente el cráneo, Cicerón Moraes distribuyó sobre él una serie de marcadores para delinear las áreas de piel. Basándose únicamente en el cráneo, pudo determinar el tamaño de la nariz, la boca y los ojos. Por el contrario, para el cabello y el tono de piel tuvo que mostrar un poco de imaginación.

Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Créditos: Cicerón Moraes

Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Créditos: Cicerón Moraes

Del campo de batalla a la era digital: los investigadores dan vida al rostro de un guerrero medieval, asomándose al alma de 1361.

Logró completar la representación del rostro utilizando un modelo tridimensional del cráneo prestado por el Museo de Historia Sueco de Estocolmo. El resultado final es bastante sorprendente y muestra mucho realismo y precisión.