Batholith Mpuluzi: ¡Descubrimiento Impactante de Huella ‘Gigante’ de 200 Millones de Años en Sudáfrica!

September 14, 2024

El autor, científico, investigador y explorador sudafricano Michael Tellinger (apodado “el Indiana Jones sudafricano”) muestra lo que podría ser una de las pruebas más convincentes de que los gigantes vagaron anteriormente por la Tierra.

Según el profesor Pieter Wagener, de la Nelson Mandela Metropolitan University de Port Elizabeth (Sudáfrica), y doctor en matemáticas aplicadas, “existe una mayor posibilidad de que pequeños seres verdes lleguen del espacio y lo succionen con sus lenguas que de que se genere por erosión natural”. Se encuentra en Sudáfrica, cerca de la frontera con Suazilandia, en la ciudad de Mpaluzi.

Debido a nuestro conocimiento actual sobre la formación del granito a lo largo de la historia de la Tierra, se cree que tiene entre 200 millones y 3 mil millones de años.

Estas citas provocan inmediatamente un acalorado desacuerdo, por lo que será mejor para nosotros tener una mente abierta y centrarnos en los datos.

En aquella época, ésta era una región desolada de Sudáfrica conocida como Transvaal Oriental, que estaba llena de animales como antílopes y leones.

Todavía se encuentra en el mismo estado en que fue descubierto y la probabilidad de que sea un engaño es extremadamente mínima debido a su ubicación aislada. Incluso ahora, es raro encontrarlo.

El verdadero misterio es cómo ocurrió este increíble fenómeno ―no, no tenemos idea― pero está aquí y no podemos desear que desaparezca.

Sí, es granito; es una característica geológica muy conocida de Sudáfrica y está representada en todos los mapas geológicos; por eso la huella es un misterio.

Descubren en Sudáfrica una huella «gigante» de 200 millones de años – Amazing Fornu

Robert Schoch de pie cerca de la extraña impresión de granito que ha sido interpretada polémicamente como una huella gigante.

Se lo puede describir como un granito “fenocrístico” o como un granito porfídico grueso que pasó por numerosas fases de enfriamiento. El producto final es una mezcla intrigante de granos grandes y diminutos.

Es por esto que los comerciantes de granito quieren extraer en este lugar, ya que el granito parecerá muy “hermoso” una vez pulido.

Este afloramiento se conoce como Batolito Mpuluzi (Granito) en la geología sudafricana, y la datación oficial de esta roca reveló fechas de aproximadamente 3.100 millones de años.

“Este es un verdadero enigma que requiere una investigación científica precisa”.

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El extraño encuentro de Magallanes con los gigantes de 3 metros de la Patagonia

En 1520, Fernando de Magallanes se tomó un tiempo de su apretada agenda de navegación alrededor del mundo para detenerse en lo que hoy es la Patagonia, donde encontró a un gigante desnudo bailando y cantando en la orilla. Magallanes ordenó a uno de sus hombres que estableciera contacto (la reacción sin duda hilarante del emisario ante esto lamentablemente se ha perdido en la historia) y que se asegurara de corresponder a los bailes y cantos para demostrar amistad.

Funcionó. El hombre logró guiar al gigante hasta una pequeña isla en alta mar, donde lo esperaba el gran capitán. Un erudito que lo acompañó en el viaje, Antonio Pigafetta, describió la escena y llevó un diario del viaje que luego se convirtió en el libro El viaje de Magallanes: relato narrativo de la primera circunnavegación: “Cuando estuvo delante de nosotros, comenzó a maravillarse y a tener miedo, y levantó un dedo hacia arriba, creyendo que veníamos del cielo. Y era tan alto que el más alto de nosotros sólo le llegaba a la cintura”, y tenía una voz potente y resonante. La ilustración de arriba lo demuestra: la Patagonia estuvo habitada alguna vez por gigantes que empequeñecieron a los europeos celestiales que vendrían a conquistarlos.

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Bien, tal vez no se trate de una prueba irrefutable, pero bien podría ser que la gente con la que Magallanes se encontró, los tehuelches, fuera en verdad enorme, y que por lo tanto este mito tenga algún fundamento en la realidad. Y nuestro fiel explorador no intentaría traer pruebas de la forma más desagradable que se pueda imaginar.