Últimas noticias: Descubren un antiguo esqueleto de centauro que arroja luz sobre criaturas míticas que datan de la década de 1980

La placa sobre “El Centauro de Volos”, que se exhibió por primera vez en 1980 en el Madison Art Center de Wisconsin, dice: “Una de las tres tumbas de centauros descubiertas en 1980 por la Sociedad Arqueológica de Argos Orestiko, ocho kilómetros al noreste de Volos, Grecia”.

Los huesos humanos son reales, al igual que los huesos de caballo. Pero fueron empalmados y montados por un tipo llamado Bill Willers. Según la investigadora de ciencias forenses y escritora Dolly Stolze del sitio web de antropología forense Strange Remains: En 1980, Bill Willers, artista y profesor de biología en la Universidad de Wisconsin-Oshkosh, construyó los restos óseos del Centauro de Volos a partir de huesos humanos reales y un poni de las Shetland. Los huesos humanos que utilizó Willers procedían de un espécimen anatómico, un esqueleto humano de la India, del departamento de biología de su universidad. Los huesos humanos y de poni se tiñeron con té para darles un color uniforme y que parecieran auténticos.

“El Centauro de Volos” recorrió varias universidades en la década de 1980 antes de ser adquirido por la Universidad de Tennessee-Knoxville en 1994. Ahora está en exhibición permanente en la Galería Jack E. Reese de la Biblioteca Hodges.

En 2008, Willers recibió el encargo de Skulls Unlimited (una empresa que vende huesos reales, humanos y de otros tipos) de crear otro esqueleto de centauro, que aparece en la imagen:

“El centauro de Tymfi” se exhibió en el Museo Internacional de Vida Silvestre de Arizona en 2012 como parte de una exposición sobre “Vida silvestre mitológica”. Más tarde, fue adquirido por el Museo Barnum de Connecticut. (Dato curioso: “El centauro de Tymfi” en realidad utiliza huesos de cebra, no de caballo).

En cuanto a por qué se creó y se emitió “El Centauro de Volos”, según Stolze: La exhibición está diseñada para alentar a los estudiantes a confiar en sus habilidades de pensamiento crítico y a no aceptar todo como un hecho, sin importar cuán creíble pueda parecer o sonar, incluso si proviene de una fuente confiable como una exhibición universitaria.

Y según Roadside America, Willers “concibió al centauro como una forma de probar la voluntad del público de creer lo increíble, tal como lo hizo PT Barnum”.

Hoy en día, estoy bastante seguro de que podría publicar las fotos de Volos en Facebook y conseguir que al menos cinco personas me las creyeran. Y que se difundieran.