Impactante Verdad: ¿Acaso el legendario ‘Unicornio Siberiano’ convivió alguna vez con nuestros ancestros humanos?

Un rinoceronte gigante extinto, a veces descrito como un “unicornio siberiano”, vivió en el planeta mucho más tiempo de lo que los científicos creían anteriormente, según muestra una nueva investigación.

Un estudio publicado el lunes en la revista Nature Ecology & Evolution dice que la criatura peluda alguna vez vagó entre los humanos, sobreviviendo en Europa del Este y Asia Occidental hasta hace al menos 39.000 años, aproximadamente la misma época de los neandertales y los primeros humanos modernos.

Los autores del informe no han respondido a una solicitud de comentarios.

Los últimos hallazgos utilizaron datación por radiocarbono y análisis genético en 23 especímenes de rinoceronte para revelar la vida del misterioso Elasmotherium sibiricum de 3,8 toneladas, que anteriormente se creía extinto hace unos 200.000 años.

Los autores del estudio sugieren que el “unicornio siberiano”, que habría vivido en la actual Rusia y tenía un área de distribución que se extendía a zonas de Mongolia, el norte de China y Kazajstán, se extinguió debido a cambios ambientales que afectaron el tipo de pastos y hierbas que solía comer, escribieron en The Conversation.

Al animal, cuyo cuerno podía medir hasta un metro de largo, le resultó difícil abandonar una dieta basada en hierba, escribieron los autores.

“Los parientes como el rinoceronte lanudo siempre habían comido una variedad más equilibrada de plantas y se vieron mucho menos afectados por un cambio de hábitat”, escribieron.

Agregaron que los humanos no fueron la causa de su extinción.

“Además de esto, el rango geográfico persistentemente restringido de Elasmotherium (también probablemente vinculado a su hábitat especializado), así como el bajo tamaño de la población y la lenta tasa de reproducción asociada con su gran tamaño corporal, lo habrían predispuesto a la extinción frente al cambio ambiental”, escribieron los autores en el estudio.

Los científicos afirman que la pérdida del unicornio siberiano proporciona un caso de estudio útil “que muestra la escasa resiliencia de los rinocerontes al cambio ambiental”.