Breaking: Recuperaron un “gong de tiempo” para el estudio, pero ¿por qué todos los científicos están involucrados desaparecen o se niegan a hablar?

May 15, 2025

En una revelación que podría reescribir la historia humana, un equipo de arqueólogos internacionales ha informado el descubrimiento de varias estructuras circulares masivas, denominadas “gongs de turno de tiempo”, en múltiples sitios antiguos y remotos de todo el mundo. Estos hallazgos, si se verifican, pueden indicar la existencia de tecnología prehistórica desconocida mucho más allá de la comprensión moderna.

El primer “gong del tiempo” fue descubierto en una caverna escondida debajo de las montañas de Pamir en Tayikistán, una región rodeada de leyendas de “puertas del cielo” y civilizaciones perdidas. Mediendo aproximadamente siete metros de diámetro, el anillo metálico estaba integrado en capas de sedimentos datadas de hace más de 12 millones de años, lo que precede a la humanidad por un margen asombroso.

Otras estructuras similares se han desenterrado en sitios igualmente enigmáticos:

  • Las profundidades de la selva amazónica, cerca de la frontera de Brasil -Perú;

  • Bada Valley en Indonesia, conocida por sus antiguas estatuas megalíticas;

  • Debajo de las aguas heladas del lago Baikal, Rusia, donde se han registrado previamente anomalías magnéticas;

  • Y sorprendentemente, debajo de los cimientos de la Gran Pirámide de Giza, Egipto, un sitio ya saturado de especulaciones históricas y esotéricas.

Cada artefacto exhibe grabados espirales, símbolos no identificados y muestra una actividad electromagnética inusual. Según las pruebas preliminares, el material que compone los gongs no coincide con ninguna aleación terrestre conocida.

A pesar de la importancia de estos descubrimientos, ha habido un apagón de los medios casi total. Los periodistas que intentan investigar han informado que se les ha negado el acceso, mientras que varios miembros de los equipos arqueológicos supuestamente han recibido advertencias oficiales para “cesar toda la comunicación pública”.

Un investigador anónimo, parte del Instituto Europeo de Estudios Archaeoe-Technológicos, reveló que uno de los dispositivos fue extraído con éxito y ahora está bajo examen en un centro de investigación clasificado en algún lugar de Europa Central.

“Esto cambia todo lo que pensamos que sabíamos sobre el tiempo, el espacio y la historia humana”, dijo la fuente. “Por eso se está ocultando precisamente”.

La especulación está creciendo de que los gobiernos están reteniendo la información deliberadamente para evitar el pánico de masas o para asegurar posibles ventajas tecnológicas.

La comunidad científica está dividida. Algunos investigadores sugieren que estos son restos de una civilización prehumana avanzada, posiblemente de naturaleza extraterrestre o interdimensional. Otros descartan los hallazgos como engaños elaborados o formaciones naturales malinterpretadas por exploradores excesivos.

La Dra. Lena Moravec, física teórica de Praga, comentó: “Si estos dispositivos son capaces de manipular el tiempo o la percepción, estamos tratando con tecnología que fundamentalmente cambiaría nuestra comprensión de la física. Pero hasta que se nos permita estudiar abiertamente, todas las preguntas”.

Agregando combustible al misterio, varios científicos involucrados en el estudio directo de los objetos se han retirado de la vida pública o misteriosamente declinado a comentar. Los informes no verificados incluso sugieren efectos secundarios como alteraciones psicológicas y desorientación temporal entre aquellos que pasaron un tiempo prolongado cerca de los dispositivos.

Ya sea antiguas reliquias de una civilización olvidada o algo mucho más de otro mundo, los gongs de cambio de tiempo desafían nuestra comprensión de la realidad misma. ¿Por qué estaban escondidos? ¿Quién, o qué, los creó? Y quizás lo más importante: ¿qué sucede si se activan?

A medida que los funcionarios permanecen en silencio y los investigadores son silenciados, el mundo queda preguntándose qué secretos de tiempo se encuentran justo debajo de la superficie, esperando ser descubiertos.