Descubierto impresionante en la antigua ciudad de Dur-Sharrukin: estatua de Lamassu de 18 toneladas del reinado de Sargón II desencadenado

April 5, 2025

Descubierto impresionante en la antigua ciudad de Dur-Sharrukin: estatua de Lamassu de 18 toneladas del reinado de Sargón II desencadenado

En la antigua ciudad de Dur-Sharrukin, ubicada en el actual Irak del Norte, los arqueólogos han descubierto un hallazgo verdaderamente notable: una escultura de piedra caliza de 18 toneladas de una criatura mítica conocida como Lamassu, un ser híbrido con la cabeza de un humano, el cuerpo de un toro y las alas de un águila. La estatua ha sido datada del reinado del rey asirio Sargón II, quien gobernó de 721 a 705 a. C.

Dur-Sharrukin, que significa “fortaleza de Sargón”, fue construida como la nueva capital del rey Sargón II, uno de los gobernantes más poderosos del imperio asirio. La ciudad fue planificada meticulosamente, completa con un palacio real, templos, distritos residenciales y muros defensivos masivos. Sin embargo, fue abandonado poco después de la muerte del rey, convirtiendo a Dur-Sharrukin en una “ciudad fantasma” perdió el tiempo durante miles de años.

La estatua recién descubierta representa un Lamassu, una deidad protectora en la mitología asiria. Las figuras de Lamassu se colocaron tradicionalmente en las entradas de palacios y puertas de la ciudad para alejar el mal y salvaguardar al rey y sus súbditos. Con una cabeza humana que simboliza la inteligencia, el cuerpo de un toro que representa la fuerza y ​​las alas de águila que denotan la presencia y la velocidad divina, Lamassu sirvió como guardianes espirituales del imperio.

Esta estatua en particular es enorme, depende de casi 4 metros de alto y más de 4.5 metros de largo, y tallada con exquisito detalle de un solo bloque de piedra caliza. A pesar de ser enterrado debajo de la tierra durante milenios, sus características siguen siendo increíblemente bien conservadas: la icónica barba rizada, los ojos majestuosos y las alas y la musculatura intrincadamente talladas hablan del alto nivel de artesanía de los antiguos escultores asirios.

Este descubrimiento representa no solo un logro arqueológico importante, sino que también ofrece una gran cantidad de información sobre la religión, el arte y la política asiria. La estatua probablemente una vez estuvo en la puerta principal del Palacio Real, sirviendo como un símbolo del poder de Sargón II y un centinela espiritual para proteger al imperio del daño.

Más allá de su valor artístico, el hallazgo también arroja luz sobre las técnicas de ingeniería antiguas, destacando cómo los asirios pudieron transportar y erigir figuras de piedra masivas utilizando herramientas rudimentarias y una brillante planificación arquitectónica.

Los arqueólogos ahora están trabajando estrechamente con expertos en conservación internacional para proteger y preservar la estatua de los daños y erosión ambientales. También hay planes para eventualmente reconstruir su ubicación original dentro de las ruinas del Palacio Real para permitir la exhibición pública y un mayor estudio académico.