Descubren tumba de guerrero celta de 2,200 años con caballos, carro y un escudo increíblemente valioso desenterrado en Yorkshire

En 2018, trabajadores de la construcción en East Yorkshire, Inglaterra, desenterraron sin darse cuenta un cementerio celta. Los antiguos entierros celtas eran considerados con gran solemnidad. Una transición exitosa al más allá era de suma importancia. Estas creencias son especialmente evidentes en el reciente descubrimiento de una elaborada tumba de un guerrero celta de 2.200 años de antigüedad que incluía un carro completo con el jinete, restos esqueléticos de los caballos y un escudo dorado extremadamente raro.

Conservacionistas durante las excavaciones en el sitio en East Yorkshire

En concreto, la notable tumba contenía el esqueleto intacto del líder, adornado con armaduras, armas y provisiones junto al carro tirado por dos caballos. Los esqueletos de los caballos se encontraron parados en el foso, como si estuvieran listos para salir de la tumba, según Ancient-Origin.

El escudo formaba parte de una asombrosa “tumba de guerrero” que presentaba los restos de un hombre celta, armas, un carro y dos esqueletos de ponis erguidos.

Los arqueólogos creen que la tumba se remonta a más de 2.000 años durante la Edad del Hierro. Se cree que el cadáver encontrado dentro de la tumba tenía alrededor de 40 años en el momento de su muerte, que probablemente fue en algún momento entre el 320 a.C. y el 174 a.C. Durante esta época, Gran Bretaña recibió la influencia de la cultura de Arras, conocida por sus distintivas prácticas funerarias.

Descubrimiento de una tumba de guerrero celta de 2200 años de antigüedad con caballos, carro y un escudo increíblemente valioso desenterrado en Yorkshire

Alrededor de la tumba central se encontraron varias otras tumbas de guerreros más jóvenes, suficientes para sugerir una pequeña fuerza de combate.

Los arqueólogos creen que el esqueleto del líder descubierto probablemente pertenecía a un noble guerrero muy estimado en la antigua sociedad celta. Probablemente murió de vejez y los ajuares funerarios sugieren que era un comandante experimentado que había participado en muchas batallas.

Impresión artística de un caballo y un carro de la Edad del Hierro.

En particular, después de un proceso de restauración de artefactos que duró un año, incluidas armas, los arqueólogos los identificaron recientemente como algunos de los hallazgos más importantes del milenio.

Entre los artefactos más valiosos se encontraba un escudo colocado cerca del esqueleto del líder. Encontrado cerca del carro, el escudo sufrió graves daños después de siglos bajo tierra. Mide unos 74 cm de largo, con fornitura de cuero y mango de madera ahora deteriorado.

El escudo cuando fue desenterrado por primera vez.

Sin embargo, gracias a la restauración, su importancia histórica se hizo evidente. Elaborado por artesanos de la cultura La Tène, estaba reservado para la clase noble de los antiguos reyes europeos.

El área central del escudo alguna vez tuvo intrincadas decoraciones en relieve, con motivos equilibrados de tres espirales. Originalmente dorado con una distintiva superficie de latón, tenía bordes únicos en forma de concha, un diseño que no se ve en la Europa de la Edad del Hierro.

Curiosamente, este escudo no era meramente decorativo sino que mostraba signos de batalla, con cortes de espada evidentes en su superficie. Probablemente sufrió reparaciones y mejoras antes de ser enterrado junto a su propietario.

Un escudo de la Edad del Hierro notablemente bien conservado encontrado en Yorkshire ha sido aclamado como “el objeto de arte celta británico más importante del milenio”.

Con sus características únicas, el escudo celta se considera una de las obras de arte celta más importantes de Inglaterra del tercer milenio antes de Cristo. Se compara con el legendario escudo de Wandsworth, actualmente expuesto en el Museo Británico.

El escudo del guerrero de la Edad del Hierro, ahora meticulosamente conservado y exhibido en el York Archaeological Trust, sirve como un vínculo tangible con un pasado lejano. Encarna el espíritu del guerrero, los talentos artísticos de su pueblo y el legado perdurable de los celtas de la Edad del Hierro. Mientras los visitantes contemplan este artefacto de valor incalculable, son transportados al pasado y su imaginación se enciende con los cuentos silenciosos que susurra desde las profundidades de la historia.