Explorando las profundidades: los científicos detectan posibles redes subterráneas debajo de las pirámides

March 31, 2025

Ha surgido una afirmación sensacional en el campo de la arqueología: los investigadores afirman que han descubierto los legendarios salones de Amenti en una “gran ciudad” debajo de las pirámides de Giza en Egipto. Sin embargo, esta teoría se ha encontrado con escepticismo, con muchos arqueólogos que lo descartan como “noticias falsas”. La controversia ha provocado acalorados debates en la comunidad académica.

La investigación en cuestión fue realizada por un equipo internacional de científicos italianos y escoceses que estudiaban la pirámide de Khafre. Su trabajo, publicado en 2022, supuestamente redefine los límites del análisis de datos satelitales y la exploración arqueológica. La expedición, llamada apropiadamente el Proyecto Khafre, fue dirigida por Corrado Malanga de la Universidad de Pisa, Italia, y Filippo Biondi de la Universidad de Strathclyde, Escocia.

Utilizando la tecnología avanzada de radar de apertura sintética (SAR), los científicos afirman haber identificado cinco estructuras similares a la cámara dentro de la pirámide. Se dice que una de estas cámaras contiene un sarcófago, que anteriormente se había equivocado como la tumba del faraón. Según el equipo de investigación, estas cinco estructuras previamente desconocidas se colocan en el núcleo de la pirámide, posiblemente revelando secretos ocultos desde hace mucho tiempo.

Los hallazgos del proyecto Khafre no se detienen en las cinco estructuras internas. Los investigadores sugieren que estas cámaras están conectadas por una serie de vías subterráneas, lo que lleva a cámaras y pozos potencialmente ocultos debajo de la pirámide de 4.500 años de antigüedad.

Las señales electromagnéticas se convirtieron en datos fonónicos, revelando lo que parece ser una vasta infraestructura subterránea que se extiende cientos de metros debajo de la superficie. Los modelos teóricos proponen la existencia de ocho grandes estructuras verticales, posiblemente pozos, que abarca un área de más de 1,900 metros de ancho y alcanzando profundidades de aproximadamente 600 metros.

Aunque el propósito de estas estructuras subterráneas sigue siendo desconocido, los investigadores planean realizar análisis adicionales y posibles excavaciones para determinar si estas formaciones son de origen artificial.

El proyecto Khafre utilizó dos satélites de alta tecnología que orbitan 670 kilómetros sobre la Tierra para capturar señales de radar que se reflejan en las pirámides. Luego, estos datos se compilaron en una serie de imágenes, formando un modelo aproximado de lo que podría existir debajo de las pirámides, incluidos los supuestos ocho pozos.

Las interpretaciones iniciales sugieren que las estructuras huecas subterráneas pueden consistir en vías espirales que conducen más profundas en la tierra. Sin embargo, sin excavación física, estas afirmaciones siguen siendo especulativas y están sujetas a un escrutinio académico riguroso.

A pesar de la emoción que rodea estos hallazgos, muchos arqueólogos permanecen sin convencer. Los egiptólogos y expertos establecidos en estudios piramidales han calificado las afirmaciones como “sensacionalizadas” y “especulación no verificada”. La noción de una “vasta ciudad subterránea” y las legendarias salas de Amenti han sido parte de narrativas míticas, en lugar de un hecho arqueológico aceptado.

Los destacados académicos han señalado que las afirmaciones anteriores de cámaras ocultas debajo de Giza a menudo han resultado malas interpretaciones de formaciones naturales o anomalías modernas. Sin la verificación en el sitio, la excavación física y la replicación revisada por pares de los resultados del estudio, muchos siguen dudoso sobre la autenticidad de estos hallazgos.

El supuesto descubrimiento de los pasillos de Amenti y un mundo subterráneo oculto debajo de las pirámides de Giza sigue siendo una de las afirmaciones más controvertidas en la historia arqueológica reciente. Si bien el uso de imágenes satelitales avanzadas y tecnología de radar ha proporcionado datos intrigantes, la comunidad científica insta a la precaución y exige una mayor verificación a través de la excavación física y los estudios independientes. Queda por ver si estas estructuras representan un capítulo perdido de la antigua civilización egipcia o una mala interpretación de formaciones geológicas naturales.