La cultura azteca de Tonalá elaboraba calaveras con incrustaciones de turquesa, ojos amarillos y una decoración de jade en la frente. Período del 1300 al 1521 d.C.

November 7, 2024

Un artefacto inusual se encuentra dentro del Museo de Antropología de la Ciudad de México. Fragmentos muy compactos de turquesa, cornalina y conchas marinas blancas cubren la mitad superior del cráneo. La resina de pino une la decoración al hueso, creando un colorido mosaico.

En realidad, este artefacto fue creado para el museo en 1967 cuando el museo buscaba piezas que mostraran cómo era la vida entre los aztecas. Los artefactos originales hechos de turquesa son muy raros.

La turquesa era un bien importante para muchas culturas mesoamericanas. A menudo se valoraba más que el oro y se creía que su llamativo pigmento azul verdoso era un color sagrado de los dioses.

La turquesa procedía de personas que vivían en territorios conquistados por los aztecas, como los actuales Oaxaca, Veracruz y Guerrero. Cada año se enviaban enormes cantidades del mineral a Tenochtitlán (ahora Ciudad de México) como tributo al emperador Moctezuma. Luego, los artesanos utilizaron la turquesa para crear arte religioso.