Révéler l’apparence du roi Tut après plus de 3 300 ans

November 29, 2024

Tutankamón, conocido como el “Rey Niño”, sigue cautivando al mundo más de 3.300 años después de su muerte. Hoy, un proyecto científico innovador ha permitido la reconstrucción detallada de su rostro, revelando cómo lucía el joven faraón durante su breve vida.

Coronado a los 9 años en el siglo XIV a.C., en medio de una época de crisis para Egipto, Tutankamón inició la restauración política y religiosa tras las controversias de su predecesor, Akhenatón. Sin embargo, lo que lo convirtió en leyenda no fue su liderazgo, sino el descubrimiento de su tumba intacta en 1922 por el arqueólogo Howard Carter. La riqueza y el misterio que rodean su sepulcro han fascinado al mundo durante generaciones.

Gracias a técnicas avanzadas de tomografía computarizada y modelado 3D, un equipo internacional de científicos ha recreado su rostro a partir de los datos obtenidos de su momia. Este trabajo combina ciencia y arte, basándose en detalles anatómicos, proporciones craneales y características biológicas documentadas en sus restos.

El resultado es un joven con rasgos delicados pero marcados: una mandíbula prominente, ojos ligeramente almendrados y un mentón estrecho. Estos detalles también revelan las dificultades físicas que enfrentó, como el pie zambo y una estructura ósea debilitada debido a condiciones genéticas.

El retrato contrasta con las idealizaciones de las obras artísticas encontradas en su tumba, donde Tutankamón era representado como un ser divino. Esta nueva imagen nos recuerda su humanidad: un adolescente con problemas de salud que, a pesar de todo, se convirtió en un ícono del legado egipcio.

La reconstrucción no solo humaniza al joven faraón, sino que demuestra cómo la tecnología moderna puede desenterrar secretos milenarios. Al ver su rostro, entendemos mejor al “Rey Niño” y reflexionamos sobre cómo su breve vida dejó una huella eterna en la historia.

El regreso de Tutankamón es un puente entre mito, ciencia y realidad, que nos recuerda el poder atemporal del pasado para fascinar y conectar a las generaciones.