Viaja a la antigua ciudad construida por extraterrestres hace 10.000 años, que se asemeja a naves espaciales y cuenta con armas avanzadas de su época.

adminpc | Misterioso
November 7, 2024

El explorador británico Alfred Isaac MIDLETON atravesó los rincones más remotos del mundo en busca de maravillas zoológicas, botánicas y arqueológicas a finales del siglo XIX.

Estas fotografías recién descubiertas ayudan a iluminar algunos descubrimientos increíbles durante una serie de misiones previamente desconocidas a regiones del sudeste asiático, África y la selva amazónica.

La última foto es una representación de un artista del siglo XVIII de la ciudad oriental de Dawleetoo basada en el folclore local de Sυmatra.

Afortunadamente, todos sus diarios y escritos académicos datan de 1901, cuando MIDLETON y su equipo se perdieron en una expedición a Sumatra para descubrir las legendarias ciudades perdidas de Dawleetoo.

Imagina un paisaje desolado, rodeado de imponentes montañas áridas que no revelan secretos a simple vista. A lo lejos, en medio de la niebla de la mañana, se alza una estructura colosal que desafía las leyes del tiempo y la historia. Estamos a punto de adentrarnos en la mítica ciudad perdida, construida hace más de 10.000 años por seres extraterrestres, un enigma que fascina a arqueólogos y científicos de todo el mundo. Este lugar, que parece sacado de una película de ciencia ficción, presenta estructuras que recuerdan a naves espaciales y cuenta con tecnologías y armas avanzadas que aún hoy nos resultan incomprensibles.

Debido a estos trágicos acontecimientos, poco se sabe sobre lo que se ve en estas fascinantes fotografías.

La historia comienza con un descubrimiento inesperado en lo profundo de un valle remoto. Los investigadores, que buscaban fósiles y rastros de civilizaciones antiguas, encontraron lo que parecía ser un conjunto inusual de ruinas. Lo primero que llamó la atención de los exploradores fue la magnitud de las construcciones: gigantescas pirámides y torres que se elevaban hacia el cielo, hechas de un material desconocido, más fuerte que cualquier roca o metal jamás encontrado en la Tierra.

La arquitectura de la ciudad es, a primera vista, extraña y fascinante. A diferencia de las ciudades antiguas conocidas, aquí no hay simples edificios de piedra. Las formas son geométricas, perfectamente alineadas y parecen haber sido modeladas con una precisión que sólo podría haberse logrado con tecnología avanzada. Lo más desconcertante es que muchas de las estructuras tienen formas que recuerdan a las naves espaciales tal como las imaginamos hoy: fuselajes cilíndricos, con alas que sobresalen de los lados y áreas claramente destinadas al despegue o al aterrizaje.

Los habitantes de esta ciudad no eran seres humanos, o al menos no según los parámetros por los que conocemos la evolución humana. Se cree que esta civilización extraterrestre llegó a la Tierra con propósitos que aún se desconocen. Quizás fueran exploradores, o quizás colonizadores que buscaban un nuevo hogar en el cosmos. Lo cierto es que su presencia dejó una profunda huella en este planeta.

Los estudios de las ruinas han revelado una tecnología muy avanzada para su época. Las inscripciones y jeroglíficos encontrados en las paredes de las estructuras describen armas de energía que parecían estar mucho más allá de las capacidades de guerra de cualquier civilización humana de esa época. Algunos grabados muestran batallas épicas, donde se dispararon rayos de luz desde dispositivos portátiles, pulverizando rocas y devastando ejércitos enteros. Estas armas, que hoy podrían compararse con rayos láser o armas de energía, eran una herramienta común en manos de estos seres.

Además de las armas, se ha descubierto un sistema de energía que sigue siendo un enigma para los científicos modernos. En lo profundo de la ciudad se encontraron grandes generadores que parecen haber sido alimentados por una fuente de energía aún desconocida. Algunos sugieren que podría haber sido una forma de energía limpia e ilimitada, como la energía de fusión nuclear controlada o incluso una fuente derivada de los mismos principios que gobiernan el universo. Estos generadores, sin embargo, han permanecido inactivos durante miles de años, pero los residuos de energía detectados en su entorno indican que alguna vez estuvieron operativos.

El arte de esta civilización fue tan asombroso como su tecnología. Las paredes de las estructuras estaban decoradas con intrincados patrones y símbolos que parecían cambiar de color según la hora del día y la posición del sol. Se han encontrado estatuas de seres altos, esbeltos, de rasgos faciales alargados y extremidades delgadas, que podrían representar a los antiguos habitantes de la ciudad. Las estatuas no sólo eran figuras inmóviles, sino que, según las leyendas locales, podrían haber sido utilizadas como guardianes de la ciudad, activadas por algún tipo de tecnología avanzada.

La idea de que estos seres no sólo dominaban la ingeniería y la tecnología, sino también el arte y la espiritualidad, ha dejado perplejos a muchos estudiosos. A lo largo de los años, se ha intentado descifrar el propósito de algunos de los artefactos encontrados. Por ejemplo, se descubrieron discos de metal intrincadamente grabados que, cuando se exponían a la luz solar, proyectaban imágenes tridimensionales en el aire. Estas representaciones mostraban escenas de la vida cotidiana en la ciudad, con barcos flotando sobre el suelo y seres realizando actividades que parecían rituales o ceremonias.